Errores de razonamiento: las ideas irracionales
El articulo ilustra como algunas conclusiones extraídas de situaciones de partidos o de entrenamientos, puede basarse en convicciones e ideas que no tienen un fundamento racional basado en la evidencia empírica |
- Doverización. Es aquel tipo de pensamiento que nos pone en una condición de deber y que se adjunta en frases del tipo ''tengo que ser un buen entrenador'', ''tenemos que ganar la liga'', ''tengo que marcar''. La idea de tener que favorecer la percepción de constricción y se crea el efecto que si ese deber no es respetado estamos fracasando, favoreciendo la insoregencia de la ansiedad y de los sentimientos negativos. Tal vez nosotros transformamos en deber lo que queremos hacer o ser, con efectos negativos. Y entonces intentemos decirnos ''QUIERO ser un buen entrenador'', '''QUEREMOS ganar la liga'', ''QUIERO marcar''... es una manera muy diferente.
- Insoportabilidad. Esta idea irracional explicada en frases como ''no soporto cuando ponen en duda mis elecciones'', '' no soporto cuando el árbitro comete errores'', ''no soporto que se realicen errores evitables''. Sin embargo la insoportabilidad o la no tolerancia indican una condición que pone en un serio riesgo nuestra supervivencia o que es incompatible con nuestro estado de salud. Este concepto activa en nosotros un mecanismo de supervivencia que, como hemos dicho en los primeros artículos, representa una respuesta ancestral de activación. Cuando nos activamos para la supervivencia se activan los mecanismos de ansiedad que si son excesivos nos dan muchos problemas. Poniendonos en condiciones de insoportabilidad e intolerancia mas fácilmente que nos llevara a estados de tensión poco productivos. Es cierto que muchas acciones o situaciones en el entrenamiento y/o en los partidos pueden ser muy molestas, pero se puede sobrevivir.
- Juicios totales sobre sí mismo y sobre los otros. Es el tipo de pensamiento que atribuye etiquetas a si mismo o a los otros, dando un juicio global sobre la persona, separándolo de sus acciones y del contexto. Es expresado con frases como ''eres un incapaz'', ''soy estúpido'', ''que malo''. A menudo en el campo este tipo de frases estan a la orden del día sea en la relación entrenador-jugador que entre jugadores. Sin embargo parecen privar a la persona de cualquier forma de ''redención''. Etiquetar a un jugador tiene el efecto de atribuirle una condición de la cual parece no poder salir (si se es incapaz, no se podrá ser nunca capaz), con el resultado de generar ansiedad y sentimientos de frustración. Tales opiniones tendrían que ser evitados a favor de opiniones ligadas a la acción a través de criticas constructivas.
- Catastrofización. Tales opiniones implican una visión extremamente negativa de las situaciones y son expresadas con frases como ''es tremendo equivocarse con la táctica'', ''sería terrible si X lo hiciese mal'', ''es terrible que nos pite nuestro propio publico''. Este tipo de ideas, describen una situación llevada al extremo, tiene el efecto de incrementar la ansiedad y la percepción de ''estar perdidos''. Vale la pena reflexionar si lo que sucede en el campo es tan catastrófico o si solo muy desagradable, pero superable. Pensar que las cosas, por cuanto desagradable, pueden ser superadas, permitir de entrenar la tensión y favorecer un clima mas productivo y propositivo.
- Indispensable de las necesidades absolutas. Se refieren a las ideas que hablan de la extrema necesidad de satisfacer algunas necesidades, como por ejemplo ''es absolutamente necesario marcar'', ''no se puede absolutamente fallar los pases''. También en este caso podemos decir que, en realidad, las necesidades absolutas son aquellas utiles para nuestra supervivencia. Cuando pensamos que tenemos una necesidad absoluta, nuestro cuerpo se activa igual que en una condición de peligro (ausencia de comida o de agua), generando tensión y ansiedad. Es auspicable marcar, ganar o no fallar, pero si esto no sucede se puede también sobrevivir y pensar a que esto predispone un clima favorable para la realización de nuestras expectativas.